lunes, 10 de abril de 2023

QUÉ SON LOS PUNTOS ENERGÉTICOS DE LA TIERRA O CHAKRAS PLANETARIOS:

Sabemos que los chakra son vórtices de energía, 7 en total en nuestro cuerpo.


Literalmente, chakra significa “rueda” y recibió este nombre porque se refiere a la fuerza vital que se mueve en nosotros, girando y girando sin parar.


Los chakras son muy importantes para mantener una vida sana y equilibrada. 


Lo mismo sucede con nuestro planeta y nuestro universo. 


Los puntos donde se cruzan las líneas energéticas, se les llama puntos energéticos y, aunque la mayoría de las culturas modernas no los toman en cuenta, las grandes civilizaciones antiguas si lo hacían. 


Por ejemplo, los chinos hablaban de las Ley Lines como líneas de dragones, mientras que los aborígenes los llamaban líneas de sueños.


Éstas Líneas Energéticas son capaces de transportar importante flujo de energía de alta vibración por todo el planeta, transmitiendo Amor y Sabiduría.


COMO NOS AFECTAN ESOS CAMPOS ENERGÉTICOS:


Los puntos de los chakras o vórtices energéticos otorgan un cúmulo de posibilidades para que los humanos se alineen y expandan sus consciencias.


Ellos representan las frecuencias colectivas, el “yo superior” de la red de cuerpos micro cósmicos y sus campos energéticos


Serás atraído hacia ciertos lugares para recoger información y fusionarte con las vibraciones específicas que  necesitas en cierto momento para tu crecimiento y evolución.


12 DE LOS PRINCIPALES PUNTOS ENERGÉTICOS DEL PLANETA TIERRA:


Las frecuencias de estos lugares viven dentro de cada uno de nosotros, incluso si estamos en el otro lado del planeta! Sintonízalos, medita con ellos, estúdialos y observa alguna imagen de estos lugares. 


Así podrás conectarte. 


Si te sientes fuertemente inclinado a visitarlos físicamente, tanto mejor, así que hazlo!


1. RILA, BULGARIA:


Situada en el suroeste de Bulgaria y la cordillera más alta del país, Rila es uno de los centros energéticos más importantes del mundo. Benisa Duno, uno de los más grandes maestros espirituales del siglo XX, eligió transmitir su sabiduría en la Rila. El área que rodea los lagos de esta cordillera tiene poderosas energías. Muchos visitantes sensibles han sentido esto y han visto sueños extraños durante su estancia aquí.


2 . MACHU PICHU, PERÚ:


Ubicada en las colinas de los Andes peruanos, esta ciudad perdida de los Incas no sólo ha sido fuente de inspiración para poetas de renombre como Pablo Neruda, sino que también es un sitio de muy poderosas energías. Se ha dicho que la gente experimenta allí cosas que no pertenecen a este mundo.


[“Dame silencio, agua, esperanza.


Dame lucha, hierro, volcanes.


Sujétenme sus cuerpos como imanes.


Corre a mis venas a mi boca.


Di mis palabras y mi sangre.”


Pablo Neruda, Alturas de Machu Pichu]


3 . ISLA DE PASCUA, OCÉANO PACÍFICO:


El territorio chileno de la Isla de Pascua en Polinesia es el hogar de misteriosas estatuas, 53 graneros sin puertas ni ventanas y la nave ” Náutica del Mundo “, una piedra circular que se dice guarda secretos del mundo. 


Los científicos no han podido averiguar el origen y significado de estas estatuas y artefactos. 


Se cree que el lugar atesora algunas energías significativas de este universo.


4 . BERAT, ALBANIA:


Berat, una ciudad a orillas del río Osum, situada en el centro de Albania, es ahora un sitio protegido por la UNESCO. 


Es un tesoro de la historia y la cultura albanesas y manifiesta un hermoso conglomerado de culturas orientales y occidentales.


Muchos han reportado experimentar energías espirituales y sanadoras aquí.


5 . LAS PIRÁMIDES DE BOSNIA:


Las pirámides bosnias, situadas en el centro de Bosnia-Herzegovina, han estado en la Tierra desde tiempos inmemoriales, incluso antes del Neolítico.


El análisis del radio carbono indica que tienen 12.350 años de antigüedad. 


1000 años más antiguas que las pirámides egipcias, estas pirámides bosnias manifiestan energías curativas. 


Se ha encontrado que había 3 recintos y un pequeño lago azul, lleno de agua clara, que también se conoce como “agua viva” por sus propiedades curativas.


6 . SOCOTRA, MAR DE ARABIA:


El archipiélago de 4 islas, Socotra, una parte de Yemen, es el hogar de una flora y fauna únicas que no se encuentran en ninguna otra parte. 


Esta peculiar flora y fauna crean la sensación de que uno es otro mundo y el entorno ayuda al visitante a conectarse con el espíritu del universo.


7 . LA MESETA DE ULURU, AUSTRALIA:


Situada en el centro de Australia, la meseta de Uluru también es conocida como Tiukurpa, que significa “Tiempo de ensueño” por los aborígenes. 


Se dice que las pinturas en las cuevas circundantes son historias del “Dreamtime” dejado por las tribus antiguas. 


Según ellos, cualquier visitante de este lugar recibirá visiones espirituales.


8 . PICO KAILASH, TIBET:


Chacra Corona - swavisdhara


Significativo tanto para el hinduismo como para el budismo, el pico del Kailash, situado en el Tíbet, es conocido por ser la morada de los dioses.


Esta cumbre difunde el aura espiritual a aquellos que logran alcanzarla.


9 . EL SANTUARIO DE BELINTASH, BULGARIA:


Situado en la meseta de Belintash, en las montañas de Ródope en Bulgaria, este santuario es uno de los tres puntos significativos, Belintash, Cross Forest y Karadjob que forman una de las zonas de energía más prominentes de Europa. 


El santuario está dedicado al antiguo dios tracio Sabazios. 


Se han reportado actividades paranormales allí.


10 . STONEHENGE, INGLATERRA:


Dedicado al sol, el Stonehenge está situado en Wiltshire, Inglaterra. 


Es una de las estructuras megalíticas más famosas del mundo. 


Se cree que funcionó como un observatorio astronómico


11 . MONTE SHASTA, CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS:


Pertenece a la parte de la Cordillera de las Cascada, que comienza desde el norte de California, en Oregon, y traspasa todo el sendero hasta la frontera con Canadá. 


Es una de las montañas que más carga eléctrica tiene, por eso se le llama “base del sistema energético” de la Madre Tierra.


12. LAGO TITICACA, PERÚ-BOLIVIA, AMÉRICA DEL SUR:


Es el centro geométrico del Chakra del Plexo Solar del planeta. 


También, los alrededores de Machu Picchu, Cuzco e Iquitos contienen una energía muy poderosa.


Dos Lineas de Ley se cruzan en el Lago Titicaca, éstas incluyen la Gran Línea del Dragón Masculino que se extiende desde el Monte Shasta al lago Titicaca y la Linea Ley  Female Great Dragon.


Yo soy: Maryorie Vianney Rodríguez Martínez.


MaryorieR/2.023

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Gracias.-

martes, 8 de diciembre de 2020

CIUDADES SAGRADAS


Sobra decir que desde entonces se convirtió en lugar sagrado de la cristiandad, en centro de reflexión, en el entorno ideal para la búsqueda esotérica y el paisaje adecuado para los vuelos espirituales más sugerentes. La historia sagrada de la isla permanece viva todavía hoy, haciéndose patente a través de las numerosas y extrañas iglesias, esparcidas en medio de una naturaleza tranquila a veces, ruda y austera otras. Sólo entre Chora, Skala y Kampos se contabilizan 365 pequeñas iglesias. Los devotos de la isla pueden escoger como marco para sus plegarías y para compartir pedazos de pan una iglesia diferente cada día del año. Ésta es una de las dos caras que ofrece Patmos, profundamente religiosa, la cara mística y sobrecogedora del Apocalipsis. La otra es la de sus gentes tranquilas, amables con el visitante que se acerca para disfrutar del pintoresco paisaje de una tierra en forma de ocho bañada por aguas cristalinas. Este trocito de tierra, emergido de las profundidades del Egeo, quedó anclado en plena ruta marítima que conducía de Éfeso a Roma.
Pese a la importancia estratégica de ese enclave, Patmos no fue para los romanos otra cosa que un lugar de confinamiento, un punto para el destierro. Y corría el año 95 de nuestra era cuando Juan, discípulo predilecto de Jesús, desempeñaba su labor evangelizadora en Éfeso. No eran buenos tiempos para este tipo de menesteres, y el destino quiso que Domitiano, emperador de Roma, lanzara una campaña contra judíos y cristianos. Juan fue detenido y exiliado en Patmos junto a su fiel discípulo Procoro. Acerca de este acontecimiento Juan nos cuenta: “En la paciencia y la esperanza por Jesucristo, he llegado exiliado a la isla, que se llama Patmos, para predicar la palabra de Dios…”. Lejos, muy lejos quedaban aquellos tiempos en que pescaba en el lago de Tiberia junto a su hermano Jacobo, la época en que se dejó seducir por el misterioso carisma y elocuencia de otro Juan, el Bautista, que ya por entonces gastaba sandalia anunciando los designios del cielo. De la mano del que muchos creyeron ver la reencarnación de Elías, Juan conocería al que fuera su maestro, aquél al que ya no abandonó jamás, al que siguió por donde quiera que éste fuera brindándole una lealtad a prueba de caducidades. Le acompañó en los momentos más significativos, más gloriosos pero también más duros del preconcebido destino de Jesús, ese hombre que para muchos hizo posible que la ilusión del Reino de los Cielos siga viva. Y así fue como el hijo de Zebedeo y Salomé, en su nueva condición de exiliado, continuó la misión que Jesús le había encargado: partir hacia las diversas partes del mundo a propagar su doctrina.
Tal fue el propósito de su periplo por Palestina, Samaría y Éfeso. Juan inició a muchos idólatras, llevándoles al Dios de Moisés, y convirtiéndoles a la fe cristiana, apartándoles para siempre del mago Cenoupa, su rival en Patmos que hizo cuanto pudo para entorpecer la misión evangelizadora. Hombre a prueba de persecuciones, de cárceles y tempestades de todo tipo –no en vano era llamado “hijo del Trueno”–, fundó la iglesia de Patmos y tuvo “la revelación” de los acontecimientos que sobrevendrían a la humanidad hasta la parusia, el retorno de Cristo resucitado y glorioso inscrito en un aura de majestuosidad para juzgar a los vivos y a los muertos. El Apocalipsis, libro profético en el que las osamentas resecas son anuncio del renacimiento a la vida eterna, en sus páginas aparece en sueños una estatua compuesta por cuatro materiales diferentes decrecientes en valor, simbolizando cuatro reinos que van sucumbiendo uno tras otro, y fortuitamente la estatua es derrumbada por una piedra desprendida de una montaña. Al final un quinto reino que no conocerá fin suplantará a todos.
Precisamente, la cueva escenario del sueño profético de Juan ha convertido a la isla de Patmos en uno de los centros de peregrinación más importantes de la cristiandad. Miles de almas navegantes se acercan para entrar en el vientre de esa roca y sentir la misma penumbra que una vez fue desgarrada por la luz intensa de la visión apocalíptica de Juan. En su techo aún hoy se puede apreciar la triple hendidura por donde asegura la tradición, Juan escuchó la voz de Dios un día de domingo. En palabras del propio testigo sucedió así: “Allí llegué a experimentar una excitación espiritual el día del domingo y a mis espaldas escuché una gran voz, como de trompeta, diciéndome: ‘;escribe en un libro todo lo que veas y mándalo a las siete iglesias, que están en Éfeso y Esmirna y en Pérgamo y en Thiatira y en Sardeis y en Filadelfia y en Laodicia”.
La cueva de la revelación conserva fresca la huella de la estancia del apóstol. Podemos ver la roca donde Juan sostenía su cabeza y otra donde se apoyaba para levantarse, y junto a ambas una especie de pupitre natural en el que se dice que el autor del cuarto Evangelio dictó el Apocalipsis a Procoro, quien de forma diligente se apresuró a dejar constancia escrita de la visión de su maestro, contribuyendo a cumplir la voluntad del gran arquitecto del universo.
Se trataba de un punto de la antigua Fócide colgado a una altura de unos 500 metros de las faldas del mítico monte Parnaso. Aquel lugar sería el ombligo del mundo y una piedra simboliza aún hoy el ónfalos. Allí el dios Apolo habló por boca de la sibila durante más de mil años, hasta que el cristianismo cerril del bizantino Teodosio arrasó el enclave en 393 d. de C.
El ónfalos
Dos piedras recuerdan al visitante que está en el centro del mundo. La primera está en el museo de Delfos y es una réplica de la que se encuentra el visitante en el complejo arqueológico, a un paso de donde en el siglo VI a. de C. los beocios y los potideos edificaran los templos con sus ofrendas al dios Apolo. Esas piedras hablan de la extraordinaria antigüedad del lugar como emplazamiento sagrado.
Una leyenda afirma que Apolo mató a la serpiente pitón que aquí reinaba y luego se instaló en este maravilloso paraje cercano al mar. ¿Cuándo ocurrió tal proeza? Es difícil saberlo, aunque parece que hubo asentamientos humanos en este lugar en 1400 a. de C. Seguramente era ya un lugar de poder, pero no es fácil hacer afirmaciones con tan pocos vestigios arqueológicos.
En 1200 a. de C. una enigmática catástrofe se llevó por delante a los habitantes del lugar y el paraje empobreció hasta que en 800 a. de C. reaparecieron las construcciones de piedra. El historiador Pausanias diría con el tiempo que los primeros tres templos en honor a esta divinidad se construyeron con ramaje de laurel –clave para los oráculos–, con cera de abeja mezclada con plumas y con bronce.
A partir de los siglos VI al IV a. de C. la importancia del templo de Apolo fue enorme. Miles de devotos venían aquí en busca del apoyo del dios y de las predicciones de su oráculo. Se multiplicaron las donaciones de los fieles y de las ciudades, que terminaron por competir entre sí, y eso obligó a los sacerdotes a construir pequeños edificios o depósitos denominados tesoros para poder acoger las donaciones: cascos, escudos, estatuas, calderos… Aún hoy el visitante podrá ver los restos de esos edificios y admirar la reconstrucción que se hizo del tesoro de los atenienses en 1906. El original había sido erigido tras la victoria en Maratón.
Los Juegos Píticos y los Siete Sabios
Dos causas contribuyeron notablemente al impulso del templo de Apolo: la antifictionía y los Juegos Píticos. ¿Qué era la antifictionía? La podríamos definir como una liga religiosa que agrupaba a una docena de pueblos griegos de la Grecia central –tesalios y vecinos–, los jonios del Ática y Eubea y otros pueblos del Peloponeso.
En cuanto a los Juegos Píticos, debemos su creación precisamente a esta liga religiosa, pues fueron creados en 582 a. de C. gracias a su impulso. Se celebraban cada cuatro años, de modo que se alternaban cada dos con los que se celebraban en Olimpia
Delfos fue, en palabras de Píndaro, el hogar común de la Hélade. Era en verdad el centro del mundo antiguo y también el centro moral, razón por la cual los llamados Siete Sabios, entre los cuales estaban Solón y Tales de Mileto, habían ordenado escribir en el vestíbulo del templo de Apolo las que se consideraron máximas más útiles para la vida de los hombres. Pausanias, historiador del siglo II de nuestra era, aún tuvo la fortuna de leerlas y entre ellas destacó las siguientes: “Conócete a ti mismo” y “En todas las cosas, su medida”.
El misterio del oráculo y su pitonisa
Al tocar las viejas piedras de los restos del templo de Apolo y ver la grieta que, según dicen, conducía a la habitación desde donde los sacerdotes del dios escuchaban las misteriosas palabras que en trance pronunciaba la pitia, me dejé llevar por una de mis aficiones favoritas: soñar despierto. Y lo que a todas luces para los demás debía ser un claro síntoma de idiotez, para mí era un viaje en el tiempo, y eso que no se lo ponen fácil a los soñadores, ya que no se puede visitar el interior del templo ni acceder al misterioso cubículo donde la profetisa caía en trance extático.
Algunas fuentes afirman que la misteriosa dama que se convertía en pitia o profetisa debía tener más de cincuenta años; otros no parecen estar de acuerdo, pero algo que todo el mundo ignora se producía en el interior de aquella habitación situada en lo más recóndito del templo. Un lugar seleccionado por los dioses con algún motivo, de eso no cabe duda, y no puede ser casual que justamente allí, sobre el mismísimo asiento en el que la dama se sentaba para profetizar, todavía hoy se mantenga abierta una grieta en la tierra a través de la cual brotaban vapores que inducían al trance extático. Pero al parecer, para que tal estado alterado de conciencia se produjera, era preciso masticar al mismo tiempo hojas de laurel.
¿Quién y cómo averiguó que aquel lugar producía esos efectos en la conciencia? ¿Cómo saber que había que masticar hojas de laurel…? Realmente, a pesar de que los autores cristianos se esforzaron en presentar a la pitonisa como una mujer desgreñada y fuera de sí, lo cierto es que prácticamente nada se sabe sobre la ceremonia de consulta.
Ningún autor pagano, ni siquiera Plutarco, ha dejado escrito nada al respecto sobre el misterioso ceremonial. Se asegura que la ambigüedad era la nota dominante en las respuestas que daba la pitonisa, aunque tampoco está claro, puesto que al parecer eran los sacerdotes quienes, desde una habitación contigua, interpretaban las frases pronunciadas en trance por la enigmática mujer. Ellos eran los que daban la respuesta al devoto
Auge y muerte del oráculo
Fotis Petsas, que ostentó el cargo de director de antigüedades de Delfos, nos recuerda que al principio las predicciones de la pitonisa se celebraban una vez al año. La gente estaba convencida de que el dios Apolo hablaba a través de su boca, y aunque esto parezca hoy increíble, tal vez no lo es tanto para quienes se alarman si se piensa que otros en la actualidad estiman que el Papa es el representante de Dios en la Tierra.Todo es cuestión de perspectiva histórica.
Durante esos siglos de esplendor los sacerdotes debieron elegir con cuidado a la mujer que ostentaría el cargo de pitonisa. Vestida con ropajes blancos, la mujer debía tener algo extraordinario para abandonar familia y pasado y recluirse hasta su muerte en un recinto privado e inaccesible para los demás. La fama de Delfos obligó a que en algunos momentos de la historia hubiera tres pitonisas en el templo.
La mañana de la consulta la pitonisa se lavaba y bebía agua de la vecina y mítica fuente Castalia, donde también harían sus abluciones los fieles, que serían conducidos en procesión hasta el templo por los sacerdotes tras los sacrificios de rigor y el pago del tributo llamado pélanos.
No está claro si fue el edicto de Teodosio en el siglo IV de nuestra era el causante del desastre. Probablemente así fue, aunque otros hablan de catástrofes previas tras el paso de hérulos, godos y bastarnos que arrasaron la Grecia central previamente. Pero el caso es que Delfos fue asolado. ¿Qué sabidurías enterró el fanatismo cristiano? ¿Dónde estaba Dios y dónde Apolo para evitarlo? ¿Por qué los hombres destruyen con tanto afán en nombre de dioses que no están presentes?
Poco antes del siglo IV de nuestra era aún parece que tenía cierta vida el santuario, puesto que cuenta la leyenda que el emperador Juliano, hacia el 360, envió un emisario al oráculo y recibió la respuesta siguiente: “Decid al rey que ha sido derribada la suntuosa morada. Apolo ya no tiene techo ni laurel profético. Ni agua que habla, pues la fuente parlante ha enmudecido”. Nunca fue abandonado del todo el lugar, pero la historia trajo el polvo y el barro, y el olvido cayó con su peso colosal sobre el lugar donde en otros tiempos el dios Apolo habló a través de una mujer. Aquello, lo de que un dios pagano se expresase a través de una mujer, tal vez fue demasiada provocación para el cristiano Teodosio.
Francisco Piria fue un hombre de grandes inquietudes, un visionario para su época. Nació en 1847 en Montevideo pero a los cinco años –cuando murió su padre– fue enviado a Europa, concretamente a un pueblo genovés llamado Diano Marina, para recibir formación a cargo de un tío suyo jesuita. Y algo extraño sucedió allí, porque Piria se convirtió en un precoz niño prodigio, con una estupenda visión de futuro –tanto que rozaba la precognición– y con unas marcadas inquietudes esotéricas.
Inventó la correa del reloj, creó los panfletos publicitarios para vender propiedades, llegó a idear las “hipotecas”, dejando pagar los terrenos a 30 años. Todo ello, con el fin de poder comprar un vasto terreno junto al mar en el departamento uruguayo de Maldonado, al que llamó Piriápolis, una ciudad talismán, capaz de recoger y proporcionar energías basándose en la kabbalah y el arte de la alquimia. ¿Qué sucedió en Italia? ¿A qué fuentes de conocimiento pudo tener acceso? Ambas preguntas siguen siendo una incógnita para sus biógrafos. Sólo nos quedan sus obras y, en concreto, esta ciudad que está llamada a ser el foco del turismo esotérico de Uruguay.
Creacion de Piriapolis:
En 1890 compró 2700 hectáreas de campo, extensión que iba desde el cerro Pan de Azúcar hasta el mar. Ese mismo año había realizado un viaje a Europa, consecuencia del cual surgió su inspiración para la explotación turística de las costas uruguayas. En 1897 terminó la construcción del Castillo, su residencia particular. Este Castillo contaba con un extenso parque con fuentes y numerosas estatuas. La vegetación estaba compuesta de una gran variedad de especies ornamentales exóticas. La arquitectura de este edificio reúne una mezcla de estilos renacentistas; sus salones principales estaban delicadamente decorados con papeles importados en los cuales el dorado tenía gran predominio. Las molduras de yeso revestidas con dorado a la hoja, pisos de pinotea y muebles de estilo Luis XV, ponían de manifiesto los finos gustos de su morador.
En 1898 una invasión de langostas destruyó todos sus plantíos. En esa oportunidad colocó como símbolo de fe y esperanza el Cristo Redentor, emplazado en un cerro ubicado entre el Castillo y el Cerro del Toro, lugar donde geológicamente se separan los granitos de los pórfidos.  En 1905 construyó el primer Gran Hotel, llamado «Hotel Piriápolis», hoy «Colonia Escolar de Vacaciones». En 1910 inició la construcción de la rambla, donde se dejó inspirar por sus viajes a Europa, más precisamente por la Costa Azul francesa. En 1912 se realizó el primer remate de solares en Piriápolis y, a partir de entonces, la ciudad comenzó a crecer con la construcción de numerosos chalets. En 1913 comenzó a correr el pintoresco tren a vapor que unía la estación de Pan de Azúcar y el puerto de Piriápolis que estaba en construcción y que se finalizaría en 1916, permitiendo el arribo de los vapores que traían a los primeros veraneantes desde Buenos Aires. El "trencito de Piria", como se lo conocía popularmente, fue una de las características típicas del balneario
Finalmente, Piria construyó a un costo de 5 millones de pesos —cifra descomunal para la época—, uno de los hoteles más gigantescos de América del Sur, el Argentino Hotel, cuya piedra fundamental fue colocada en 1920 por el presidente Baltasar Brum, siendo inaugurado el 24 de diciembre de 1930.
 Arquitectura simbólica
Es indudable que construcciones como el Castillo de Piria (donde algunos afirman haber visto fantasmas) o la Iglesia que nunca terminó de construirse (que muchos llaman “la Iglesia Maldita de Piria”) están impregnadas de simbología alquimista y hacen referencias a la mitología griega y templaria. No se sabe con precisión si Piria vinculó sus obras a estas corrientes por mera admiración, o porque era un fiel practicante alquimista.
De lo que ha sobrevivido al paso del tiempo, se pueden apreciar por ejemplo los capiteles de las columnas exteriores del Castillo de Piria, que tienen figuras talladas con forma de serpientes; o los perros que custodian la entrada, animales que en la alquimia simbolizan la materia prima.
Urbanización hermética
 A lo largo de la Rambla de los Argentinos, y también en la zona del puerto, se ven columnas coronadas por esferas. Son mapamundis, aunque la erosión ya no permite ver claramente los continentes. Si se mira con atención en algunas pueden descubrirse aún los contornos, pero las posiciones no son las actuales ni tampoco las que tuvieron alguna vez...
Si tomando un mapa de Piriápolis se unen con líneas los principales puntos con referencias a la alquimia, se dibuja la constelación de Acuario.
Piriápolis tenía un plano original en 1912 que finalmente no se llevó a cabo. En dicho plano algunos ven símbolos cabalísticos como el Árbol de la Vida, formado en el trazado de las calles.
El misterio de las tres fuentes.
Se dice que Piria trazó los planos de la ciudad siguiendo una geometría sagrada. Marcó puntos energéticos con las estatuas de las tres fuentes, que formaron uno de los primeros paseos creados a principios del siglo XX: la Fuente de la Virgen, la Fuente del Toro y la Fuente de Venus . Por otra parte, Piria no se cansaba de afirmar que las aguas que manaban de sus manantiales tenían propiedades curativas. A su vez, el número tres tiene connotaciones místicas en sí mismo.
Los símbolos están a la vista, creer en ellos o no depende de cada uno. Lo cierto es que el misterio que envuelve la figura de Francisco Piria forma parte ineludible del patrimonio de Piriápolis, una ciudad creada prácticamente por un solo hombre, y eso ya de por sí es casi un milagro.
He presenciado noches hermosas pero ninguna como ésta. La luz de las farolas brilla tenue y misteriosa creando un ambiente de intimidad que invita a la reflexión. El melancólico llanto de la quena envuelve la majestuosa plaza, trayendo con sus notas, himnos que en otro tiempo sonaron acompañados de imponentes tambores. Mil curiosos y turistas de las más variadas nacionalidades deambulaban por las calles, creando un paisaje aún más desconcertante. Todo el mundo camina disperso sin saber qué busca, con los nervios típicos que sólo tiene el que va a comenzar una fabulosa aventura. Y es que no hace mucho tiempo, desde este mismo sitio, ya partieron otros que incluso fueron capaces de encontrar ciudades perdidas como la mítica Machu Picchu.
El lugar que piso en este momento es la Plaza de Armas de Cuzco. La oscuridad envuelve a esta hora sus barrocos rincones, y la Luna, abriéndose paso entre negras nubes, impone un brillo que la hace aún más misteriosa. Voy al lado de la fuente; hasta ahí me desplazo. Desde el centro de la plaza alzo los ojos al cielo y contemplo el espectáculo que supone ver la luz de las estrellas a más de tres mil metros de altura. Sí, era cierto. El que construyó esta ciudad lo hizo alineándola en la Tierra con la Vía Láctea, un camino de estrellas. Las mismas que hace ya casi mil años alumbraron el paso de los Hijos del Sol por las escarpadas cordilleras andinas. Los incas, cuyo oscuro origen es todavía una incógnita, surgieron de la nada y en sólo dos siglos gestaron un imperio de dos millones de kilómetros cuadrados, el más grande que jamás haya conocido la América precolombina. Hoy, la plaza que contemplo, sigue teniendo el encanto colonial de antaño aderezado por el hervidero humano de miles de turistas; sin embargo, el esplendor de esta ciudad hay que buscarlo en otro tiempo.
Cuzco significa en quechua “ombligo”, y su centro neurálgico estaba justo donde hoy se alza la Plaza de Armas. Conocida como Wakaipata –que significa “lugar del llanto”–, en ella se realizaban multitudinarias ceremonias que congregaban a los diferentes estratos sociales. Su nombre se debía a que, en determinadas fechas, el inca y toda su corte salían a llorar a la vista de sus súbditos pidiendo de esta manera a la naturaleza que fuera pródiga en las cosechas y que la lluvia fuera abundante. Una de las más importantes ceremonias que aquí se realizaban era en la que se mezclaba, de forma periódica, tierra de la propia ciudad con la de las cuatro provincias del imperio que representaban los cuatro puntos cardinales del mundo, simbolizando de esta manera la unión de todo el reino. Las victorias militares también se celebraban en esta urbe, tocando tambores que se confeccionaban con la piel de los enemigos mientras que, para aporrearlos, se utilizaban las manos cortadas de los vencidos en la batalla. Posiblemente uno de los momentos más especiales que tenía lugar todos los años, era cuando se paseaba en solemne procesión las mallqui, las momias de los reyes incas fallecidos tiempo atrás, para que fueran aclamadas por su pueblo. Y es que la muerte no era motivo para que se dejara de venerar a los Inti Raimi, los Hijos del Sol.
Cuentan las leyendas que desde el lago Titicaca surgieron cuatro parejas de hermanos con sus respectivas hermanas y comenzaron un largo periplo hasta encontrar su tierra prometida. El viaje fue duro y la mitad de ellos perecieron. Pero el más valiente de todos lanzó su jabalina de oro y fue capaz de encontrar una tierra fértil que le proporcionara bienestar a su pueblo. Este personaje no fue otro que Manco Capac, “el glorioso”, y su lanza de metal precioso dicen que se clavó aquí, en Cuzco, que a la postre sería la capital del Tahuantinsuyu, el imperio de los cuatro puntos cardinales del planeta. A su llegada, los españoles dijeron que era la ciudad más bella del Nuevo Mundo, lo que no fue impedimento para que, guiados por oscuras sombras, la destruyeran. Desde aquel momento la luz de los Hijos del Sol ya no brilló de la misma forma. Pero aún así, a pesar de su destrucción, Cuzco sigue manteniendo su embrujo. Por ello, cuando seducido por el sonido de la quena camines durante la noche por sus calles y plazas, piensa que las notas de esta melancólica flauta traen en sus melodías la voz de los que un día construyeron esta tierra…
Bajo un sol radiante y un tórrido calor de mediodía viajamos por carretera desde la localidad de Thies hacia el interior de Senegal, en dirección este. Nuestra intención era visitar Touba, la ciudad santa de los devotos musulmanes en África Occidental, una vasta área geográfica que incluye todo el Sahel, las zonas desérticas y esteparias de Senegal y Mauritania y la región de Cassamas (sur de Senegal), abarcando países como, Gambia, Guinea Bissau, Guinea Conakry , Liberia , Costa de Marfil y Mali. Por fin, tras varias horas de viaje, atravesamos un gran arco con inscripciones sagradas y ornamentaciones arabescas, claro indicativo de que estábamos entrando en un lugar muy especial.
Touba surgió prácticamente de la nada en mitad de las áridas llanuras de Senegal. Parece increíble que en apenas poco más de un siglo se haya convertido en uno de los núcleos urbanos más prósperos y dinámicos de aquella zona del planeta. Un buen amigo senegalés que nos acompañaba, me comentó que casi todos los musulmanes de su país, aunque vivan en la otra punta del planeta o sean pobres, envían frecuentemente algún donativo a su ciudad santa.
Touba, Ciudad Santa fue fundada en el 1887 Se trata de la ciudad sagrada del Muridismo y lugar de entierro de su fundador, Shaikh Aamadu Bàmba Mbàkke. Cerca de su tumba se encuentra una gran mezquita fechada en 1963. . Su único atractivo es su mezquita que ha estado en constante crecimiento. Empezó su construcción en el 1936 bajo la dirección del hijo de Bamba con cuatro minaretes. Actualmente están terminando la construcción de tres más. También están cubriendo el edificio de diferentes mármoles traidos de diferentes países europeos y redecorando las cúpulas de las salas que la rodean.
Sedona es uno de los centros espirituales más importantes del planeta. Cada año, millones de personas se acercan a esta tierra de inconfundibles rocas rojizas para sentir el poder de sus famosos vórtices energéticos y protagonizar en carne propia una experiencia mística que transforme sus vidas para siempre. Además, en la zona tienen lugar hechos anómalos y encuentros con OVNIs, según numerosos testigos.
INSTINTO DE LIBERTAD
Los últimos rayos de luz caen sobre Sedona (en Arizona, al oeste de EE UU) y las rocas rojizas que rodean la ciudad se van tornando anaranjadas. En Airport Mesa, un mirador con vistas privilegiadas, contemplamos la puesta de sol junto a docenas de personas. De repente, un hombre se acerca. «¿Habéis oído hablar de Maitreya?», nos pregunta y, sin darnos tiempo a responder, comienza a narrar las bondades de su maestro, a la vez que nos entrega una tarjeta medio arrugada con la dirección de una tienda especializada en productos para practicar la meditación. Cuando el astro rey se oculta definitivamente tras las montañas, los presentes aplaudimos y, en unos segundos, la explanada se queda desierta. Esta escena es habitual en Sedona, lugar en el que tanto sus habitantes como los visitantes realizan numerosas prácticas relacionadas con el crecimiento interior y el contacto con la naturaleza.
La población es, en definitiva, la meca espiritual de EE UU. Sus calles están repletas de numerosas tiendas y centros relacionados con la Nueva Era o el ocultismo. Docenas de carteles anuncian todo tipo de servicios alternativos: masajes, clases de yoga, reiki, regresiones hipnóticas, fotografía del aura, videncia, lectura de manos, tarot, sesiones de sanación… En casi cualquier establecimiento se pueden encontrar pirámides, kits para rituales, velas de oración, cristales o utensilios de feng-shui. Incluso los hoteles ofrecen actividades que en otro lugar parecerían extrañas. Por ejemplo, en el balneario Mii amo, de Enchantment Resort, hay una sala llamada Crystal Grotto (Gruta de Cristal), inspirada en los centros ceremoniales de los nativos americanos, en la que los clientes entran para meditar. Al salir, se puede escribir en unos folios los problemas que le preocupan a uno, para luego quemarlos en una cesta y desprenderse definitivamente de ello.
Es la capital de la Región Autónoma del Tíbet, en la República Popular China. Se encuentra situada en la Meseta Tibetana, rodeada por las montañas del Himalaya. Cuenta con una población de alrededor de 250.000 habitantes. Se encuentra a una altitud de 3.650 metros sobre el nivel del mar, en el valle del río Brahmaputra, siendo la segunda ciudad más alta de Asia y una de las más altas del mundo, tanto que la cantidad de oxígeno disponible es sólo un 68% del disponible a nivel del mar.1
La ciudad es la sede tradicional de los lamas y lugar donde se encuentran los palacios de Potala, Norbulingka y el Templo de Jokhang, incluidos en el Patrimonio de la Humanidad2 y es considerado por el budismo tibetano como el centro más sagrado en el Tíbet.
Lhasa quiere decir "Lugar de los Dioses", aunque antiguos documentos tibetanos e inscripciones han demostrado que hasta principios del siglo VII el lugar se llamaba Rasa, que significa "lugar de cabra".
Limita al norte con la prefectura de Nagou, al este con la prefectura de Nyingchi, al sur con la prefectura de Shannan, y al suroeste con la prefectura de Xigaze.
A mediados del siglo VII, Songtsän Gampo se convirtió en el líder del Imperio Tibetano, que se había elevado al poder en el valle del río Yarlung. En el año 641 d. C., Songtsän Gampo, que para entonces había conquistado toda la región tibetana, se casó con la princesa Bhrikuti de Nepal y la princesa Wen Cheng de la corte imperial Tang. A través de estos matrimonios, se convirtió al budismo y procedió a la construcción de templos Ramoche y Jokhang en Lhasa para albergar dos estatuas de Buda, traídas a su corte por las dos princesas. Los documentos de la dinastía Tang reflejan que el imperio de Songtsän Gampo era mayormente nómada y que mantenía audiencias en grandes tiendas móviles resplandecientes.
Desde la caída de la monarquía a la adhesión del 5º Dalai Lama, el centro del poder político en la región tibetana no se encuentra en Lhasa.4 Sin embargo, la importancia de Lhasa como lugar religioso se hizo cada vez mayor con el avance de los siglos. Es conocida como el centro del Tíbet, donde Padmasambhava inmovilizó por arte de magia a la "demonia" de la tierra con la fundación del Templo de Jokhang, construido sobre su corazón. En el siglo XV, la ciudad de Lhasa había cobrado relevancia tras la fundación de tres grandes monasterios Gelug por Yhe Tsongkhapa y sus discípulos. Los tres monasterios son Ganden, Sera y Drepung, que fueron construidos como parte de la reactivación puritana budista en el Tíbet.
El quinto Dalái Lama, Lobsang Gyatso (1617-1682), conquistó el Tíbet y trasladó el centro de su administración a Lhasa, que pasó a ser la capital política y religiosa del Tíbet. En 1645, se inició la reconstrucción del Palacio de Potala en la colina roja. En 1648, se terminó el Potrang Karpo (Palacio Blanco), parte del Potala. A partir de ese momento, el Palacio Potala fue utilizado como residencia de invierno del Dalái Lama. El Potrang Marpo (Palacio Rojo) se añadió entre 1690 y 1694. El nombre Potala se deriva posiblemente del monte Potalaka, la morada mitológica del Bodhisattva Avalokiteshvara. El Templo Jokhang es también una gran expansión en todo este tiempo. Aunque algunas tallas de madera y dinteles del templo de Jokhang se remontan al siglo VII, el más antiguo de los edificios existentes en Lhasa, como el Palacio Potala, el Jokhang y algunos de los monasterios y construcciones en el casco histórico proceden de esta segunda expansión de Lhasa.
En el siglo XVIII fue construido el Norbulingka por el 7º Dalai Lama.5
En la primera mitad del siglo XX, varios exploradores occidentales, tales como Francis Younghusband, Alexandra David-Néel y Heinrich Harrer, llevaron a cabo viajes a la ciudad. Lhasa era el centro del budismo tibetano, y casi la mitad de su población eran monjes. La población de Lhasa se estimó en 25.000 en 1951, con excepción de unos 15.000 monjes en los monasterios de la zona, aunque con la invasión del Ejército Popular de Liberación chino muchas personas huyeron de la ciudad, entre ellos el 14º Dalai Lama, que en 1959 tuvo que abandonar su residencia en el Palacio de Potala rumbo al exilio en India.
Entre 1987 y 1989 hubo grandes manifestaciones contra el régimen chino encabezadas por monjes y monjas. Como resultado, el Gobierno chino impuso restricciones sobre las libertades civiles de los religiosos tibetanos. Esto se manifestó en sesiones de "reeducación", en las que se invitaba a los monjes a compartir los puntos de vista del Partido Comunista de China y a denunciar al Dalái Lama y al independentismo tibetano. Muchos monjes que se negaron fueron condenados a penas de prisión, mientras que otros abandonaron los monasterios y fueron muchos los que escaparon a la India, donde se encuentra el Gobierno tibetano en el exilio. La represión fue tan grande que apenas hubo movimientos opositores posteriores
Jerusalén es considerada una ciudad sagrada por las tres grandes religiones monoteístas: el judaísmo, el cristianismo y el islam. Para el judaísmo es allí donde el rey David estableció la capital del Reino de Israel y lugar de asentamiento del Arca de la Alianza, y donde su hijo Salomón construyó el Templo, hacia donde deben dirigirse las plegarias; para el cristianismo es allí donde predicó Jesús, fue crucificado y resucitó, fue el lugar de su resurrección; es también la tercera ciudad sagrada del islam, donde según Saladino, el profeta Mahoma subió al cielo (a pesar de que nunca habría visitado la ciudad), a la que miraban los primeros musulmanes al rezar, antes de pasar a hacerlo de cara a La Meca, en Arabia Saudita. Sobre este último punto tan polémico, hay que considerar la cronología en la biografía de Mahoma:
1. Mahoma murió en el año 632
2. La Cúpula de la Roca fue construida por el Emir Abdul-Malik entre los años 688-691.
3. La mezquita de Al-Aqsa fue construida en el año 715
4. Por tanto, Mahoma no pudo haber visitado ninguna mezquita antes de morir durante su "Viaje Nocturno" puesto que la más antigua construida en Jerusalén fue la Cúpula de la Roca, 56 años después de su muerte.
Además, desde que Israel se hizo con el control de la Ciudad Vieja de Jerusalén en 1967, esta goza de plena libertad religiosa para todas las confesiones,45 al igual que en todo el país.46 En noviembre de 2010 el Departamento de Estado de los Estados Unidos, en la sección dedicada a Israel y los Territorios Ocupados de su informe anual sobre la libertad religiosa en el mundo, afirma que aunque el gobierno israelí apoye la libre práctica de las religiones, existe una discriminación legal y estatal contra los no judíos y las ramas no ortodoxas del judaísmo, así como impedimentos y restricciones de acceso a los lugares santos para los fieles de religiones distintas a la judía, un hecho que el informe viene denunciando desde hace varios años.
El informe declara, que si bien la Ley de Protección de los Lugares Santos de 1967, es aplicable a todas las religiones presentes en el país y en todo Jerusalén, las normas de protección solo se aplican a los lugares santos judíos ya que el gobierno y la ley de 1967 no reconocen como lugares santos oficiales. 
Durante más de 1.000 años, los peregrinos han recorrido los caminos de Europa con destino a la ciudad gallega de Santiago de Compostela. Muchos de ellos dedican meses al fatigoso viaje a pie o en bicicleta, pesando en los hospicios e iglesias situados a lo largo de la ruta. Todavía hoy su llegada a la gran plaza de la catedral de Santiago se celebra con risas y lágrimas.
En la catedral se conservan los restos mortales de Santiago, hijo de Zebedeo, apóstol y hermano de Jesús y santo patrón de España. Junto con Pedro y Juan, Santiago ocupa un lugar preferente entre los apóstoles; sólo ellos tres contemplan la transfiguración de Jesús.
Según la leyenda Santiago llegó a España tras la muerte de Jesús para predicar el mensaje de Cristo y luego volvió a Jerusalén. ¿Cómo acabó el apóstol en Santiago de Compostela? Santiago fue decapitado por Herodes Agripa en Jerusalén el año 44 DC, siendo el 1° apóstol que sufrió martirio. Según la leyenda, después de muerto, sus discípulos embarcaron el cuerpo en el puerto palestino de Jaffa y al cabo de 7 días, guiado por la mano de Dios y los vientos favorables, el barco que lo condujo llegó a las playas de Iria Flavia, en la costa atlántica de Galicia, a 32 kilómetros de la actual Santiago de Compostela. Trasladado en carreta, el cuerpo fue enterrado en el punto exacto donde los bueyes se detuvieron por propia decisión.
A principios del S. IX, el ermitaño Pelagio vio una lluvia de estrellas (campus stellae) que marco el descubrimiento de la tumba sagrada. El obispo de la diócesis la identificó como el sepulcro de Santiago el Mayor y sus dos discípulos Teodoro y Anastasio.
El rey Alfonso II se apresuró a proclamar a Santiago “santo patrón de su reino”; fue una decisión política muy hábil, pues España estaba por caer en manos de los moros y Santiago se transformó en el “campeón” del cristianismo español. El 1° santuario erguido por el rey Alfonso II se construyó sobre la tumba hallada por Pelagio. La catedral actual, cuyo interior es magnifico ejemplo del estilo romántico, se comenzó a construir en el 1078.
Durante la fiesta de Santiago, la plaza del Obradoiro, frente a la catedral, se llena del sonido de gaitas y tambores. Grupos folclóricos reviven danzas tradicionales ante multitud de peregrinos. Las festividades terminan con in espectacular castillo de fuegos artificiales que iluminan la catedral. Mientras, dentro de la catedral durante la misa dedicada al santo, se enciende el botafumeiro; un gigantesco incensario manejado por 8 hombres que oscila a través de toda la nave y al que se le hace describir un inmenso arco que de dibuja desde el suelo hasta el techo.
Para millones de hindúes, Benarés (ahora Varanasi), es la ciudad más Santa de la India. Esta ciudad antigua, era el lugar elegido por los peregrinos, convencidos de que si sus últimos días transcurrían allí, lograrían cruzar la corriente del Mundo y escapar al ingrato ciclo de las Reencarnaciones. Según sus creencias el dios Shiva concedía la salvación a cuantos morían en Benarés, susurrando un verso mágico en su oído derecho, de ese modo nunca más reencarnarían.
Shiva, dios destructor, cuya fuerza se venera y que es adorado como dios de la muerte. A Benarés acuden cada año alrededor de 5 millones de peregrinos a rezar sus plegarías, llevar a cabo sus abluciones o para llenar sus cántaros en el agua inmortal del Ganges, un río que los Hindúes consideran artería espiritual de la India y auténtica fuente de vida.
Así el más antiguo de los libros hindúes, el “Rig-Veda”, se lee: “Todos los que se bañen en la confluencia del Ganges y el Jamuna irán al cielo” y en otro texto sagrado, también Shiva dedica un himno a éste río: “El Ganges es la fuente de la redención. Los pecados acumulados durante millones de años de renacimientos, se perdonan con el simple contacto del agua. Como el fuego consume el aceite, así la corriente destruye los pecados”.
La ciudad santa de La Meca está situada en la península Arábiga, a unos 64 km del Mar Rojo y 320 km al sur de Medina (Ciudad del Profeta). La Meca es la ciudad natal del Profeta Mahoma, nacido hacia el 570DC; a mitad de camino entre Suez y Adén, en la península de Arabia. La Meca atrae cada año a millones de peregrinos y devotos del Islam para cumplir uno de los 5 pilares sagrados de su religión: La peregrinación a la ciudad santa de La Meca.
Con los brazos alzados en gesto de adoración, en el lugar de nacimiento de su Fe, multitudes de devotos musulmanes rezan ante las grandes puertas de bronce de la morada de Dios, la Kaaba (donde habita la piedra sagrada) situada en el centro del inmenso patio del mayor recinto sagrado del Islam (la gran Mezquita de La Meca).
Cubriendo a medias la puerta, cuelga un rico tapiz ilustrado con versículos del Corán y dentro la “Piedra Negra”, que Mahoma purificó en nombre de Alá en el S.VI DC. La leyenda dice que en principio la piedra era blanca (cuando el ángel Gabriel se la entrego a Abraham), pero que la acumulación de pecados humanos le dio la coloración oscura que tiene ahora.
La Kaaba, construida según la tradición por Abraham y su hijo Ismael; es el corazón vivo del mundo musulmán, mide 12 metros de longitud, 10 de ancho y 15 de altura, está instalada sobre una plataforma y cubierta de brocado negro. La construcción de mármol y piedra gris esta orientada de modo que sus 4 esquinas corresponden a los puntos cardinales.
La Meca está considerada por los musulmanes como el eje espiritual de la Tierra y millones de musulmanes en todo el mundo se arrodillan 5 veces al día en dirección a La Meca, además incineran sus muertos cara a ésta ciudad sagrada y al menos una vez en la vida peregrinan a ella.
Según la leyenda, la Kaaba y la Piedra Negra que guarda, tienen poderes mágicos. Uno de esos relatos nos habla del guerrero abisinio Abaha quien juró destruir la Kaaba, pero cuando llegó con su ejército a las puertas de la ciudad, su elefante se arrodilló y se negó a continuar; y del cielo bajaron grandes bandadas de aves que arrojaron piedras sobre las tropas y los obligaron a huir.
La ciudad de La Meca está envuelta entre el misterio y la intriga, en ella nacieron Mahoma y el Islam, y es considerada por los musulmanes cómo un lugar de paz.
Las ciudades sagradas del budismo están íntimamente relacionadas con la vida de Buda. Son 6 las ciudades sagradas para los fieles budistas: Lumbini (en Nepal) donde nació; Sarnath (en la India) donde predicó su mensaje por 1° vez; Kushinagar (cerca de Gorakhpur) donde murió; Kandy, donde se venera un diente de Sakyamuni; Anuradhapura, donde se encuentra uno de los mayores santuarios budistas del Mundo y Bodhgaya, donde, sentado a la sombra de un árbol, alcanzó la iluminación.
Del árbol sagrado que crece en Bodhgaya se dice que es descendiente directo del árbol original en el que Buda se sentó para meditar. Según las tradiciones sagradas budistas, una losa de arenisca roja situada debajo del árbol es el vajrsan o trono de diamantes sobre el que se sentó Buda.
Para los tibetanos el centro neurálgico del budismo Mahayana es Lhasa, que alberga el Templo de Jokhang, el más sagrado Monasterio del Tibet.
En las montañas del noroeste de Irán hay un profundo lago azul, de 100m de diámetro y que, según la tradición, carece de fondo. Lo nutren manantiales termales y el lento drenaje de sus aguas ha creado poco a poco una cuenca de sedimentos minerales de mas de 40m de altura. Este misterioso lago encerraba en su recinto de piedra, conocido como Tajt-I-Sulayman (el trono de Salomón) y era venerado como el lugar más santo de Irán.
Esta ciudad, conocida posteriormente como Shiz por los árabes y Saturiq por los mongoles, se construyó con fines exclusivamente religiosos. Su elemento central era el Templo del Fuego, donde ardía perpetuamente el mas sagrado de los fuegos zoroástricos, el Atur Gushnasp (fuego de los guerreros y reyes).
El zoroastrismo, es quizás la más antigua de las religiones reveladas, predica las enseñanzas del sabio Zaratustra, llamado Zoroastro por los griegos, un sacerdote ario que vivió en Irán poco después del año 600 a.C. y que rompió con la fe oficial, proclamándose profeta elegido por Ormuz.
Esta religión insistía en el principio de la dualidad, el eterno conflicto entre el creador (Ormuz) y su adversario Arimán, entre el Bien y el Mal, entre la Verdad y la Mentira. Los tres reyes magos que viajaron desde Savé (Irán) para ser testigos del nacimiento de Jesús en Belén, eran sacerdotes de ésta fe. Del término mago deriva la palabra magia, que en otro tiempo designaba los ritos del zoroastrismo. La antigua ciudad de Tajt-I-Sulayman, era atravesada por la vía procesional que recorrían los reyes sasánidas para recibir la investidura divina en el altar del Fuego Real.
La ciudad, saqueada por los bizantinos en el 624 d.C. y reconstruida mas tarde, siguió habitada hasta los tiempos de los mongoles. Pero el Fuego Real se extinguió y poco a poco éste lugar sagrado se fue convirtiendo en una desolada masa de ruinas.